Estudio de Tomás León Cortés, Gabriel Easton Vargas, Diego Salazar Sutil y otros concluye que es necesario integrar información de paleotsunamis a las mediciones de peligro porque las cartas de inundación vigentes para el Norte Grande están basados en los terremotos de 1877 y 1922, aún en zonas carentes de actividad sísmica como Taltal. El profesor titular del Departamento de Geología de la Universidad de Chile, Gabriel Easton Vargas destaca la importancia de integrar estos datos paleosismológicos ante riesgo de tsunami: “Hay que seguir acumulando conocimientos y sugerir a las instituciones que hacen los mapas de riesgos, como el SHOA por ejemplo, que incluya registros de paleotsunamis en sus evaluaciones para tener una idea de cómo sería el peor escenario, porque si tuviésemos un evento como los que hemos descubierto en el registro geoarqueológico de o en Taltal, podría tendría implicancias mayores en términos de inundación”.
Easton Vargas sostiene que “no hay registros históricos de tsunamis generados en esa región del norte de Chile”, por eso investigadores del Departamento de Geología y Antropología de la Universidad de Chile junto a profesionales de las mismas disciplinas de la Universidad de Concepción, Atacama y New South Wales, decidieron estudiar cómo los datos obtenidos de paleotsunamis ayudarían a clarificar y reelaborar las mediciones de peligro de estos eventos naturales conformando un equipo multidisciplinario.
Los hallazgos consignados en el estudio muestran que en Taltal, región de Antofagasta, hubo dos tsunamis mayores a cualquiera de los que se tenga registro. El primero de ellos, habría ocurrido hace aproximadamente mil años con una magnitud que provocó consecuencias en las costas de Japón, según consignan estudios de ese país (Tsuji, 2013). El segundo tsunami data de alrededor de 4.000 años atrás (Goff, 2018) con registros al otro lado del Pacífico en Nueva Zelanda.
Esta investigación marca un precedente a nivel internacional, porque las condiciones climáticas y geográficas de la zona donde se realizó el estudio—Taltal, Paposo, playa de Cachinales, Los Bronces y Hornos de Cal— en la costa hiperárida del Desierto de Atacama, posee escasas propiedades para la preservación de este tipo de rastros. Además, da cuenta de la necesidad de seguir investigando estos fenómenos prehistóricos para saber los resultados que podría tener a nivel local y mundial, un acontecimiento de tal envergadura. “Aún se sabe muy poco sobre estos fenómenos prehistóricos, por eso es importante y que se incorporen estos datos en los análisis de riesgo. Estos eventos, muy probablemente, tuvieron implicancias en todo el Océano Pacífico, generando enormes tsunamis e impactando a las sociedades tempranas, algo que por cierto debería ser profundizado en nuevas investigaciones”, advierte Easton Vargas.
Abstract
El desierto costero de Atacama está expuesto a fuertes terremotos y tsunamis gigantes asociados con la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana del Sur. Sin embargo, los registros históricos y geológicos de tsunamis y paleotsunamis en esta región son escasos. Taltal (25.4° S) está ubicado en el extremo sur del desierto hiperárido de Atacama dentro de una importante brecha sísmica histórica de ~ 1000 km de longitud en el norte de Chile, donde ocurrieron los grandes terremotos tsunamigénicos más recientes en 1877 CE y 1922 CE, rompiendo sus segmentos norte y sur, respectivamente. Mediante análisis geológicos y arqueológicos multiproxi de pozos de calicatas, informamos estratos distintivos de material arqueológico retrabajado, así como capas sedimentarias que interpretamos como producidas por la inundación de entrada y salida de olas tsunami. Identificamos dos paleotsunamis grandes del Holoceno fechados cerca de ~ 4000 años BP y cerca de 863 ± 199 CE (~ 1087 BP años). Al comparar las inundaciones de los últimos grandes tsunamis históricos con nuestras estimaciones de inundación mínima a partir del registro geoarqueológico, concluimos que el impacto de estos paleotsunamis del Holoceno fue mayor que cualquier evento histórico conocido, lo que sugiere la necesidad de una reevaluación local y regional del peligro y riesgo de tsunamis, como también a escala de la cuenca del Pacífico.
Comunicaciones / Camila Rodríguez S.